Cognición, neurodesarrollo y habilidades matemáticas tempranas.

Cognición neurodesarrollo pensamiento matemático
Photo by Pavel Danilyuk on Pexels.com

Cognición, neurodesarrollo y las habilidades matemáticas en los niños están intrínsecamente vinculados. Desde una edad temprana, se evidencian conceptos matemáticos en su capacidad de estimación y razonamiento viso-espacial. Este artículo explora cómo evoluciona el pensamiento matemático a lo largo del desarrollo neurocognitivo infantil.

Cognición y desarrollo Temprano: La Base del Pensamiento Matemático

En los primeros meses de vida, los niños muestran una sorprendente capacidad innata para el pensamiento matemático. Estudios revelan que incluso antes de hablar, los infantes pueden distinguir numéricamente entre objetos. Este sentido de cantidad, compartido con primates, sienta las bases para la comprensión futura de conceptos matemáticos más complejos.

En experimentos donde se esconde un objeto tras una pantalla, los niños menores de un año demuestran una reacción sorprendente al revelar un solo objeto en lugar de dos. Esta reacción se interpreta como una manifestación de su capacidad innata de pensamiento matemático, evidenciando una expectativa lógica.

Relación Viso-Espacial y Estimación Matemática

El razonamiento viso-espacial en niños también está estrechamente vinculado al desarrollo matemático. En situaciones donde se presentan filas de objetos con la misma cantidad pero diferente disposición espacial, los niños tienden a asociar la longitud con la cantidad. Esto sugiere una habilidad innata de estimación que se conecta con la percepción visual.

Los estudios indican que la capacidad viso-espacial del niño, relacionada con la actividad en la corteza occipital y parietal, desempeña un papel crucial en la formación de conceptos matemáticos. La conexión entre el espacio y la cantidad es un puente fundamental en el desarrollo de habilidades matemáticas.

Cognición y desarrollo Avanzado: Incorporando el Cuerpo y el Lenguaje

A medida que los niños crecen y aprenden conceptos matemáticos simbólicos, el uso del cuerpo se convierte en una herramienta clave. La utilización de los dedos para contar y realizar operaciones básicas, como sumas y restas, destaca la importancia de las cortezas motoras y sensoriales. La interacción entre audición, lenguaje y control motor se vuelve esencial en este proceso.

El cerebro, en su complejidad, inicialmente emplea el sentido viso-espacial de la cantidad. A medida que el niño aprende símbolos matemáticos relacionados con el lenguaje, estos se fusionan con la percepción visual. Durante los cálculos, ambos sistemas, el viso-espacial y el simbólico, entran en acción simultánea o independientemente.

Coordinación Cerebral en el Proceso Matemático

En términos de procesamiento cerebral, los cálculos exactos se atribuyen al lóbulo frontal izquierdo, responsable del lenguaje y la asociación entre palabras. Por otro lado, las aproximaciones o estimaciones matemáticas se encuentran su lugar en el hemisferio derecho, aunque la colaboración del hemisferio izquierdo también puede ser relevante.

El desarrollo neurocognitivo y las habilidades matemáticas infantiles están entrelazados en un complejo de baile. Desde la percepción temprana de la cantidad hasta la incorporación de símbolos matemáticos y el uso del cuerpo, cada etapa contribuye a la formación de una mente matemáticamente habilidosa.