El ambiente enriquecido es un tema de estudio en los últimos años en neurociencias y su papel en procesos de la maduración cerebral (en términos técnicos en la plasticidad cerebral, que incluye procesos relacionados con la memoria y el aprendizaje).
Se ha demostrado que en ratas un ambiente enriquecido, con ruedas, colores, obstáculos, etc., en sus jaulas hace que aprenda más rápido, si se comparan con ratas que habitan en cajas con pocos objetos o estímulos. Esto quiere decir que el mundo que nos rodea define nuestro desarrollo cerebral y eso abarca desde la vida prenatal hasta la tercera edad: alimentación, estrés, actividad física, educación, recreación, vivienda, ambiente, son fundamentales para un desarrollo adecuado del sistema nervioso central en especial del lóbulo frontal.
Factores biológicos y no biológicos son fundamentales para un desarrollo armónico del lóbulo frontal o para alterar su función. El desarrollo prenatal es fundamental y esto incluye nutrición materna, bienestar emocional de la madre, no uso de drogas adictivas, control prenatal. Durante la infancia y adolescencia son fundamentales una nutrición adecuada, entorno familiar equilibrado, educación y recreación. Es decir, el entorno es una pieza clave en la formación de ciudadanos racionales. Familia, medios de comunicación, educación, instituciones sociales, crean parte del ambiente enriquecido que probablemente están moldeando al hombre de hoy y del futuro.
Ambiente enriquecido y lóbulo frontal
Frente a esto surgen múltiples preguntas. Algunas tienen que ver con la familia y su influencia en el desarrollo del lóbulo frontal. Por ejemplo, que podemos esperar de países del tercer mundo o en vías de desarrollo en donde problemas como desnutrición materno-infantil, embarazo adolescente, madres solteras, madres e hijos en condiciones de desplazamiento son frecuentes?.
¿Que podemos esperar de países del tercer mundo o en vías de desarrollo en donde niveles de miseria o pobreza son cercanas al 50 %? ¿Que podemos esperar de países del tercer mundo o en vías de desarrollo en donde los servicios de salud materno-infantil son inalcanzables o elitizados?. ¿Que podemos esperar de países del tercer mundo o en vías de desarrollo con acceso restringido a una educación de calidad en zonas rurales y en poblaciones desplazadas. ¿Que podemos esperar en un mundo donde la desintegración familiar, el maltrato intrafamiliar y la violencia social en general están a la orden del día?.
Ya realizamos la pregunta del entorno familiar. La siguiente pregunta es en relación a los medios de comunicación. Desde niños estamos expuestos a la radio, la televisión, la prensa, el cine y a servicios de internet. Frente a esto la pregunta: son responsables los medios de comunicación cuando crean un medio ambiente enriquecido lleno de falsos valores (exaltación de la vida y la riqueza fácil, exaltación a la belleza artificial, exaltación a la vía del menor esfuerzo) y en donde se condenan o se ridiculizan valores sociales como el respeto, la tolerancia, la disciplina, la honestidad, el respeto por las normas.
Cine, radio, televisión, prensa continuamente están en el límite de lo socialmente aceptable y lo éticamente inaceptable, a veces se escudan en el derecho a la información (el derecho a informar permite manipular la información acorde a intereses particulares?) y a mostrar la realidad (se debe mostrar la realidad total o solo la que vende y garantiza sintonía?).
Otro tema de debate es el relacionado a la educación. Vivimos en un mundo de transición entre la educación clásica de salón, maestro y tablero y nuevas propuestas de educación, entre ellas la educación “virtual”. Como en toda época de transición, los ajustes pueden crear caos y damnificar a la generación que vive dichos cambios. En cuanto a la educación que se imparte hoy en día surgen diversas preguntas: ¿contribuye la educación a que el individuo asuma criterios de compromiso y responsabilidad consigo mismo y con su entorno?; Se promueven altos niveles de exigencia?; ¿Que prima mas en educación la forma o el contenido?
¿Es más importante la forma en que se imparte educación o el contenido de lo que se imparte?; ¿Quien define el nivel de exigencia de la educación, el individuo que recibe la educación o la sociedad, representada por las instituciones educativas y los docentes, que debería exigir técnicos y profesionales de alto nivel que garanticen un desarrollo futuro en un mundo globalizado?. ¿Están convencidas las Instituciones educativas de su función social o solo se ven como instituciones que cumplen objetivos estadísticos y financieros (ingresos egresos, dinero, estudiantes, profesores), preocupados por mostrar indicadores y cumplir estándares de calidad?.
Y finalmente están las instituciones sociales: gubernamentales, religiosas, militares. Todas ellas están formados por seres humanos normales, con virtudes y defectos, que representan a la sociedad. Es común en la actualidad presenciar escándalos de todo tipo en muchas de estas instituciones.
Las preguntas son: son los miembros de estas instituciones auténticos representantes de la sociedad?; es consciente la sociedad, cuando elige, de quien elige?; debería asumir la sociedad la responsabilidad y las consecuencias de sus representantes?. Muchos de estos representantes y muchas de estas instituciones se convierten en modelos a seguir para presentes y futuras generaciones. Las actitudes, comportamientos, palabras, pensamientos de las autoridades institucionales son engramas que van calando el inconsciente colectivo y de alguna manera transforman a la sociedad en forma positiva (Mahatma Ghandi, Nelson Mandela) o en forma negativa (Adolfo Hitler, Idi Amin).
El niño prematuro, hijo de madre adolescente, producto de la violencia, desnutrido, que ve asesinar a sus familiares o es testigo de la violencia familiar o social, cuya educación proviene de la televisión, su escuela publica y sus amigos, que puede ser victima de funcionarios públicos (militares, religiosos, profesores, etc.) puede estar recibiendo un trauma tan severo como el de Phineas Gage.
Como en el caso de Phineas Gage el hombre que surja de todo esto, probablemente será un hombre muy diferente del que esperábamos, pero probablemente será el individuo que nos merecemos.