Cerebro y religiosidad es una relación que ha acompañado al ser humano tal vez desde su aparición: animismo, magia, politeísmo, monoteísmo son expresiones de ese sentimiento religioso.
Cerebro y religiosidad. Nuevo campo de investigación
Dado que en muchas experiencias o sensaciones religiosas está de por medio la percepción de información que no es evidente para todos: visiones de diverso tipo, percepción de voces, olores, etc., desde los años sesenta investigadores del área de las neurociencias han intentado explorar como es la actividad cerebral de practicantes de diversas religiones durante una experiencia religiosa, con el fin de aclarar si el origen de estas experiencias alteran o modifican la estructura y/o la función de áreas especificas del cerebro.
Las nuevas técnicas en neurociencias como la tomografía axial computarizada, la resonancia magnética nuclear, el mapeo electroencefalográfico o la magnetoencefalografía han ayudado a desentrañar como es la actividad cerebral en algunos casos.
Neuroteología fusión de dos campos
Todo esto ha dado origen a un nuevo campo de investigación que algunos denominan neuroteologia. Esta rama tiene como objeto explicar fenómenos como las experiencias místicas, experiencias al borde de la muerte, e incluso las experiencias de contactos y abducciones alienígenas. Este campo es prometedor en el sentido de que sienta las bases neurobiológicas de la religiosidad, pero también da pie para que aparezcan muchas preguntas y muchos elementos para aclarar y que han sido, son y serán motivo de debate.